Pues como ya me cuesta entrar por las puertas, he decidido que ha llegado el triste momento de ponerme a dieta. Pero necesito seguir haciendo recetas ricas, aunque sean ligeras. Esta receta realmente engaña mucho, porque la ves y parece una cosa engordante a tope y resulta que no. Está llena de verdura, tiene muy poquita pasta y grasa y además es bastante económica y rinde mucho.
Ingredientes:
- 400 gramos de pescadilla. Yo usé congelada.
- 200 gramos de gambas peladas, también congeladas.
- Un calamar, sepia pequeña o pota.
- Dos puerros.
- Dos zanahorias grandes.
- Tres dientes de ajo.
- Dos tomates rallados o tomate frito.
- Un chorrito de vino blanco (opcional)
- Tres cucharadas de aceite y una de mantequilla, esta última también opcional.
- Una cucharada de harina.
- Medio litro de leche desnatada.
- Queso en lonchas o rallado light.
- Un pimiento rojo pequeño o medio grande.
- Una caja de canelones precocidos.
Preparación:
Lo primero es poner a remojar las placas de canelones siguiendo las instrucciones del fabricante.
Se pican fino los puerros, las zanahorias y los dientes de ajo y se ponen a sofreir con dos cucharadas de aceite. Cuando estén un poco blandos se añade la pota picadita también fina y se sofríe unos minutos. Cuando esté todo pochado se añade el vino, el tomate rallado o frito y se deja reducir. A continuación se añade el pescado y las gambas, previamente escaldados y troceados y se mezcla todo. Se rectifica de sal y pimienta. Se apaga el fuego y se reserva.
Se prepara una bechamel y para ello vamos a trocear el pimiento rojo en tiras y a sofreirlo con una cucharada de aceite y otra de mantequilla. Cuando esté blando se añade una cucharada de harina y se dora bien hasta que esté cocida. Se le pone la leche y se tritura todo con la batidora de brazo hasta que quede bien licuado. Este truco viene genial si eres un poco muñona como yo, que siempre me quedan grumos cuando hago la bechamel. Luego lo ponemos otra vez al fuego y lo dejamos cocer hasta que adquiera la textura deseada y añadimos sal al gusto. Debe quedar una bechamel ligera porque los canelones precocidos absorben bastante cantidad de líquido en el horno.
Sacamos las placas de pasta del agua y las ponemos sobre un paño limpio. Les damos la vuelta para que escurran bien y vamos montando los canelones, poniendo una buena cucharada de la masa de pescado sobre cada uno. Cubrimos con parte de la bechamel el fondo de una fuente de horno y vamos colocando los canelones distribuídos en ella.
Cubrimos todo con la bechamel restante y le colocamos un poco de queso light por encima, bien sea en lonchas o rallado. Y al horno con ello, 20 minutos a 200º.
Y ya no hay más que hacer que comerlos. La receta da perfectamente para 20 canelones, que son los que vienen en un paquete. Nosotros nos comimos una ración de tres canelones como plato único, vamos, llena bastante, así que con esa pequeña cantidad de pescado salen varios platos. Además la cantidad de pasta y harina es muy pequeña y es baja en grasas, pero lleva una cantidad abundante de verdura, lo que lo hace un plato ideal para una dieta sana y equilibrada. Así que animaos a hacerlos y si os gustan no olvidéis subir una foto a vuestras redes sociales con el hashtag #recetaenrosa. Que aproveche!

Se me hace la boca agua